Mi soledad.
Es difícil batallar contra la soledad, esa que te acompaña a todos lados. La que no da tregua, la que conspira con tus emociones. Si bien es cierto que todos necesitamos nuestros momentos a solas, (y yo los disfruto muchísimo) nada como el calor de otro cuerpo junto al nuestro, nada como otro corazón latiendo a la par , poco se compara con despertarse a besos y dormirse acurrucado alguien después de hacer el amor. Es complicado ahogarse en sutiles deseos, callarse millones de palabras y seguir. Miles de caricias mueren en el intento, muchos besos sin boca piden expresar tanto amor contenido. Pero acá estamos, disfrutando de una soledad que es una perpicaz compañera, dueña de mis días y de mis solitarias noches, donde la sed de amar es presa de mi y me mira desde el otro lado de mi cama como diciéndome" Solo somos vos y yo" Entonces se transforma en mi ùnica compañera, de esas compañias tan duales como la vida misma: es paz, silencio, quietud y oscuridad. Sólo pido que